La casa de los muertos: el exilio siberiano bajo los zares- Daniel Beer

Se la conocía como "la gran prisión sin techo". Desde el comienzo del siglo XIX hasta la Revolución Rusa, el régimen zarista exilió a Siberia más de un millón de prisioneros y sus familias más allá de los montes Urales. El nuevo libro de Daniel Beer, The House of the Dead, da vida tanto a las brutales realidades de un sistema inhumano como a los trágicos e inspiradores destinos de quienes lo sufrieron. Esta es la historia vivida de criminales comunes y radicales políticos, las víctimas de la servidumbre y la política de la aldea, las esposas y los hijos que siguieron a los maridos y padres, y de fugitivos y cazarrecompensas. Siberia sirvió a dos amos: la colonización y el castigo. En teoría, los exiliados descubrirían las virtudes de la autosuficiencia, la abstinencia y el trabajo duro y, al hacerlo, desarrollarían las riquezas naturales de Siberia y la unirían más firmemente a Rusia. En realidad, la autocracia desterró un ejército no de colonos fuertes, sino de vagabundos medio hambrientos y desesperados. Los zares también miraban a Siberia como la creación de la última cuarentena política de los contagios de la revolución. Generaciones de rebeldes - republicanos, nacionalistas y socialistas - fueron condenadas al olvido a miles de kilómetros de la Rusia europea. A lo largo del siglo XIX, sin embargo, estos exiliados políticos transformaron las minas, prisiones y asentamientos remotos de Siberia en un enorme laboratorio de la revolución. Esta obra magistral de investigación original aprovecha una masa de pruebas primarias casi desconocidas en archivos rusos y siberianos para contar la historia épica Tanto de la lucha de Rusia por gobernar su monstruosa colonia penal como del último y decisivo impacto de Siberia en las fuerzas políticas del mundo moderno.