Éste que ves- Xavier Velasco

Xavier Velasco, Premio Alfaguara 2003 con Diablo guardián, regresa a la literatura con la aventura «kamikaze» de contar su infancia y no inventarla. «El de la pintura es un niño desesperado. Necesita salvarse y no imagina de qué. Quiere salir de ahí, no sabe cómo. »Ser niño es que el que lleva el infierno es un camino corto. Se encuentra sin saber, se escapa sin pensar, se vuelve sin querer.El niño de esta historia se resiste a contarla. Antes que darle un sitio en su memoria, preferiría darle sepultura. Cuando menos lo espera, ya está inmerso en un juego trepidante que lo permita todo ... menos dejar morir una historia. Se trata de salvarla, es el juego.No es que la infancia de mar en sí difícil, sino que sus fantasmas resultan invencibles y sus muros -horror- inexpugnables. En un proceso inverso al exorcismo, el autor se transforma en personaje, el retrato en fantasma, la cicatriz en tinta: "Se escribe, igual que se que se vive, ni se ve escapatoria tolerable." ESPAÑOL DESCRIPCIÓN El que está en la pintura es un niño desesperado. Necesita salvarse a sí mismo y no sabe de qué. Quiere salir pero no sabe cómo. "Ser un niño es entender que el camino al infierno es corto. Se llega allí sin saberlo, se escapa sin pensar, se vuelve sin sentido. No es que la infancia sea difícil, sino que los fantasmas infantiles sean invencibles. El chico de esta historia se niega a contarlo. Se permite todo ... excepto para dejar morir la historia. 9707708107 9786071116987 La edad de la punzada Una novela de la edad incómoda Velasco, papel de comercio de Xavier $ 19.99 Alfaguara 6 "x 9½" 408 02/01/2012 EAN Esta es la historia del peor alumno del colegio. Corrección: de la historia del colegio. Con casi catorce años, unos cuantos apestados sociales por amigos y el boletín de calificaciones constelado de círculos rojos, nuestro protagonista sobrevive a un instituto sólo para los niños que soñan a toda hora en esas vecinas a las que nunca ha osado saludar. Si otros no lo desean, el lo tiene tan claro como su timidez: una moto y una chamarra negra. Decidido a contradecir al retrato embustero del niño con su afgano que preside la sala de su casa, el narrador busca la mejor fórmula para fabricar pólvora, el combate a sus vecinos con un rifle de diábolos y bombas incendiarias, roba huesos en sus visitas al panteón, Acaba con los nervios de dos padres querubianos y de paso se deja enardecer por toda suerte de antojos secretos. Esta novela cuenta la historia de una de esas adolescencias en picada donde todo parece salir mal, en medio de una prisa por vivir que invitar a un acelerar y cerrar los ojos, hasta que cualquier día se despierta en lo hondo de un auténtico infierno para adultos: Allí donde la risa es un mero recurso de sobrevivencia. Casi catorce años, con un puñado de parias sociales para los amigos, y una tarjeta de puntuación llena de manchas rojas, nuestro héroe perdura sus días en una escuela de todo el niño soñando con sus vecinos bastante pequeños - que, por supuesto, T