Siervo de la Calavera- Edita A. Petrick

En el momento en que las manos de Gia tocan un cráneo, la historia viva del dueño del cráneo estalla en su cabeza. De hecho, mientras sus manos descansen sobre el cráneo, es una prisionera de su historia de vida. Cuando recibe una asignación de campo en Grecia para reconstruir cráneos de tres víctimas que perecieron en un accidente de avión, piensa que es sólo para fines de identificación. Pero nada podía haberla preparado para el tipo de situación en la que entró. Hay tantos miembros de la familia que quieren que ella haga su trabajo ya que hay quienes no se detienen ante nada para evitarlo. Cuando los cráneos demuestran ser falsos, y el cuerpo de una mujer se encuentra en el fondo del acantilado, Gia sabe que el asesino preferiría verla muerta que dejarla confirmar la identidad de las víctimas.