Lavar autos y perder tiempo- John C. Oliva

¿Alguna vez te han dado la oferta improvisada de comprar una ballesta de un extraño al azar? ¿Ha sido su vida amenazada más de $ 1.75 en cuartos? ¿Puedes decir que alguna vez has estado tan aburrido que tamizar a través de cristales rotos y colillas de cigarrillos constituyó un pasatiempo aceptado? Esas son sólo una muestra de las muchas aventuras que tuve mientras trabajaba como asistente en Speedee Car Wash en Milwaukee, Wisconsin. También aprendí a nunca desatar una bolsa de plástico que se encuentra en la basura. Me enseñaron que no hay una diferencia tan grande entre un lavado de autos y una casa de empeño como la mayoría de la gente puede pensar y que hay menos chicas vestidas de bikini que lavan autos de lo que Hollywood creería. A pesar de todos los clientes abrasivos; Frías y agotadoras horas de invierno; Caliente, lleno de aburrimiento, e incluso más horas de verano, tengo algunas grandes historias que contar de esos años. Y se recopilan aquí en Washing Cars & Wasting Time. Oh sí ... y conseguimos lavar un par de coches en medio de todo el caos también.