La lluvia- Joseph A. Turkot

Hay muchas historias sobre cómo empezó la lluvia. Lo que siempre viene a la mente primero no es el cómo, sin embargo, es el cuánto. Russell todavía hace las matemáticas también: 15, 5.400 y 8.550. 15 pulgadas al día, 5.400 al año, y 8.550 pies desde el principio. No tenemos idea de si es preciso. Pero es importante pensar en ello, dice, porque nos recuerda que debemos seguir avanzando. Soy Tanner. Russell me arrancó de la lluvia cuando tenía dos años. Hace catorce años salimos de Filadelfia. A medida que el agua subía, nos movíamos hacia el oeste, esperando que la elevación nos mantuviera calientes y secos. Pittsburg, Indianápolis, Sioux Falls, Rapid City. Ahora estamos varados en las islas de Wyoming. Russell cree que solían ser las montañas de Bighorn. Pero no podemos volver ahora. No hay calor y no hay más seco. Sólo un rumor sobre un lugar donde no está lloviendo. Así que vamos a tratar de hacerlo - 520 millas al sur de Leadville. Pero no podemos desviarnos hacia el este, las Grandes Llanuras se han convertido en callejón, una tumba furiosa de agua en movimiento. Juntos avanzamos, sobreviviendo, dirigiéndonos hacia Leadville. Pero ahora le pasa algo. Dice que no es nada. Pero su respiración no suena de esa manera. Exposición, manos podadas e infección. Pero desde entonces, Rapid City, son los comedores de cara también. Y la grieta en la canoa que está creciendo. Y el hielo que creo ver en el agua. Russell piensa que es mi imaginación. Nos aferramos a las últimas tiras de la chapa. Y el uno al otro.