Amor en lencería- Alessandra Torre

La contraté para arreglar mi empresa, para traer a Marks Lingerie de vuelta a la vida. No esperaba que se convirtiera en mi amiga. Yo no esperaba enamorarse de ella. La primera regla del negocio es nunca tocar a sus empleados. Creo que hay otra regla sobre no caer en tu mejor amigo, una regla contra imaginar las curvas de su cuerpo, o la forma en que su respiración cambiaría si yo bajara sus bragas y desabrochara mis pantalones. Ahora, no puedo esperar nada más. Estoy tirando las reglas. Den la compañía. Den nuestra amistad. Den mis miedos.