1303 - The Dragonslayer-

En la azotea del edificio vecino, el asesino de dragones Xanthus Ehrensvard dispara contra su objetivo, el gobernador Whittaker. Cómo se perdió el tiro, no lo sabe, pero huyendo de la escena, recoge a un pasajero no deseado. La guapísima reportera Lois King vio la cara de Xan, y cree que es la historia para hacer su carrera. Excepto que no puede dejar que se vaya sabiendo cómo se ve. Xan tiene que mostrarle que el gobernador es una amenaza más grande para el mundo que él. Xan sabe que los dragones nunca se extinguieron. Evolucionaron con la sociedad humana, tomando formas mortales, y se deslizaron hacia posiciones de gran influencia y poder, al igual que el Gobernador. Pero no es tarea fácil demostrarle a alguien que los dragones aún existen, y aún más, están disfrazados de gente famosa. Xan debe convencer a Lois o encontrar otra forma de silenciarla. Una opción, ya que él la conoce, le gusta cada vez menos. Después de todo, los asesinos de dragones ya no son héroes famosos sino proscritos. Justo como los dragones lo desean. Pero este proscrito debe hacer un plan para matar al dragón o arriesgar su retribución.